Hunt: Showdown 1896 - From the Wilds

Este DLC contiene dos cazadores, dos armas y un consumible - Trampero: Perdigón (cazador) - Trampera: Leva (cazadora) - Coto Abierto (Springfield 1866 Tirador preciso) - Rastro Letal (pistola alargada de precisión) - Resorte de Presa (inyección de regeneración) El recuerdo más intenso que comparten Robert Hogen y Laura Merrill tiene mucho que ver con el humo.  Son primos, y sus familias vivían juntas en un caserón destartalado en las Rocosas. De repente, una noche, se despertaron en medio de un remolino de fuego y caos. Merrill salió por la puerta a trompicones y encontró a Hogen agazapado, presa del pánico, y a una figura que, entre gritos y envuelta en llamas, se adentraba en las profundidades del bosque. Observaron impotentes mientras el fuego consumía todo y a todos los que amaban.  Sin ayuda de nadie, puesto que solo confiaban el uno en la otra, hicieron todo lo posible por transformar las ruinas del caserón en un hogar, pero todos sus esfuerzos parecían ser en vano.  Justo cuando estaban al borde de la inanición, el montañero Thomas Bridge se topó con su campamento. Al verlos, se apiadó de ellos. Se quedó a su lado, les dio de comer y les enseñó a sobrevivir en la naturaleza.   Ambos aprendían rápido, y en seguida aplicaron los conocimientos de Bridge, que también les puso en contacto con los tramperos indígenas locales. Cuando los alumnos superaron al maestro, decidió que estaban listos para sobrevivir por su cuenta. Una mañana, despertaron y él ya no estaba.  Al principio todo fue viento en popa y conseguían pieles en abundancia, pero los demás tramperos empezaron a interesarse por sus métodos y quisieron robar el secreto de sus fecundos terrenos de caza. Millonarios del este reclamaron los bosques y enviaron forajidos armados para expulsar a los Tramperos.  La pareja de primos se defendió como pudo. Aun así, cuando recibieron un telegrama de Bridge desde la ciudad pidiéndoles que se desprendieran de la mercancía, casi fue un alivio para ellos. El hombre había ido a Luisiana para cazar a una presa distinta a todo lo que había visto antes, y necesitaba a alguien armado y de confianza que le cubriera las espaldas. Además, sugirió que podría tener nuevas pistas sobre los sucesos de aquella fatídica noche de años atrás.  El dúo vendió todo lo que había cazado y partió hacia el sur. No sabían qué les esperaba, pero no dudaron en responder a la llamada de su padre adoptivo.